Algo por lo que destaca este hotel es por su ubicación, pues nos caen todos los lugares de interés turísticos de la ciudad muy a la mano, lo que por otra parte nos permite olvidarnos de usar tanto los medios de transporte públicos como nuestro coche.
El hotel se nos muestra amplio, dotado de varios salones multiusos, pero que no utilicé en mi breve estancia de una noche.
La habitación que me tocó, recuerdo que me pareció amplia, era exterior y con un aspecto bastante nuevo, al igual que el de su mobiliario, aunque hace algo más de dos años de aquello.
Su cuarto de baño gozaba de una decoración bastante buena para tratarse de un hotel, y lo mejor de todo era que su ducha gozaba de hidromasaje.
Hoy día no sabría decir si me resultó caro o barato, lo cierto es que lo pagué con un talonario de Bancotel, con lo que la noche me costó 50 euros, aunque su precio dependerá de la temporada.
Es un hotel sin demasiados lujos, urbanita, cómodo, aunque sin demasiadas instalaciones, pero el que se me antoja como una espléndida base de operaciones para visitar la ciudad o incluso para gentes de negocios.