En la zona de Maifaird de Londres está el Cavendish London, en concreto en Jeremy Street, muy cerca de una estación de metro. Pero no necesitas medios de locomoción para acercarte a los sitios más turísticos de Londres: puedes ir andando.
Lo que más me gustó de este hotel es que tenía habitaciones de distintos precios. En total eran 230 habitaciones para todos los gustos y bolsillos. A mí me dieron a elegir entre una habitación con vistas en la plata 11 y otra sin vistas en la planta 9. Me quedé con la de la planta 11 y así pude disfrutar de unas estupendas vistas desde la ventana de mi cuarto pagando un suplemento de unos 20 euros al cambio.
El hotel es bastante moderno, pero alguna de sus modernidades no me agradó demasiado. Por ejemplo, las luces de detección de personas en los pasillos. Se encendían y apagaban cuando les daba la gana.
Mi habitación era amplia. Minibar, escritorio, armario grande, televisor fijado en la pared. No eché de menos ninguna comodidad. La cama era de matrimonio de verdad con muchos cojines sobre una colcha de color blanco impoluto.
Pude prepararme el café por la mañana en un hervidor que me dejaron con tal fin. Además de bolsitas de café había bolsitas de té y chocolate. Lo que no estaba nada bueno eran los mantecados que me dejaron para acompañar el café. Parecían de bollería industrial pasada de fecha.
Otra decepción fue la puerta del baño. Era de cristal y los cuadrado opacos que tenía no te proporcionaban intimidad suficiente. El cuarto de baño se notaba que había sido recientemente reformado. Sanitarios nuevos, bañera, duchas, suelos de baldosas blancas.
La limpieza era correcta y punto. Había cosas que tenías que recordarles. Por ejemplo, el cambio de toallas. No eran nada generosos a la hora de dejarte toallas suficientes.
No vale la pena quedarse a comer en el restaurante que tienen en el primer piso. Siempre ponen lo mismo. Me dijeron que el menú lo cambiaban una vez al mes. Yo no estuve los suficientes días para ver el cambio.
El desayuno también es modesto. La única novedad es que hay muchos periódicos para amenizarte un desayuno de aperitivos.