El Algarve es uno de los mejore sitios que conozco para pasar unas vacaciones. Tiene playas tan tranquilas como la Praia dos Salgalgados, sobre todo fuera de la época turística.
Os recomiendo acercaros a Silves, localidad llena de muestras de arquitectura morisca. Silves es una ciudad con mucha historia. Allí estuvieron los fenicios, los romanos y los árabes. Sus calles están llenas de historia y de adoquines. No debes llevar taconazos porque regresas al hotel con los pies doloridos. Hay que caminar con zapatos cómodos. Vale la pena visitar el castillo, la iglesia de la Misericordia del siglo XVI, las casas antiguas.
Otra ciudad que merece la pena es Caldas de Monchique, a una media hora de distancia en coche de Silves. Yo me apunté a un balneario y salí nueva.
Foia es la ciudad de mayor altitud, 902 metros de altitud, con unas preciosas vistas.
Más al sur encontramos Lagos, una ciudad militar con mucha vidilla. En Ponta da Piedade hay muchos acantilados, me apreció la ciudad del amor por sus bonitas puestas de sol.
Nosotros bajamos hasta la Praia da Dona Ana, una playa entre acantilados.
Las playas son numerosas, sobre todo si sales de Albufeira, en la zona del Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina.
¿Quieres practicar surf? Un buen sitio es Arrifana o bien Monte Clérigo, sitio que recomiendo menos porque siempre hay niebla. Yo he cogido en Monte Clérigo varios dolores de huesos.
Pero más que con sus paisajes espléndidos yo me quedó con la gastronomía en la que abundan los pescados frescos, recién pescados. En el Algarve es donde mejores pescados y mariscos he comido. A mí me encantan acompañados por una buena copa de Foral, un tinto portugués delicioso.
En cuanto a comidas me quedo con la cataplana, un plato que auna carnes y mariscos aderezados con salsa de tomate.