Living in London (en la C/Santa Engracia, nº 4, (Madrid)) es un auténtico salón de té de estilo victoriano. Situado al lado mismo del metro Alonso Martínez, es un local muy agradable en el que además se ubica una tienda donde se vende todo tipo de comida inglesa y una enorme variedad de tés (hasta veinte distintos, incluyendo alguno sin teína).
Detrás del mostrador se encuentra el salón, donde además de té frío o caliente, pueden tomarse refrescos ingleses sin gas (recomiendo especialmente el de granada o la clásica English lemonade) y acompañarlos con un dulce británico: carrot cake, muffins con crema y confitura, etc... o con un sandwich. La mayoría son dobles (tres rodajas de pan prensado blanco o integral y dos rellenos), con unos rellenos riquísimos y muy originales que mezclan lo salado y lo dulce, muy al estilo del gusto anglosajón. Me encantan los que llevan pepinillo fileteado.
El servicio es amable y rápido a la hora de atender las mesas. Lástima que el personal no sea un poco más "comunicativo" con los clientes.
Vala la pena fijarse en la decoración de Living in London: mesitas con manteles floreados, papel pintado en las paredes, tazas igualmente floreadas, etc... Parece que uno se ha trasladado directamente a la campiña inglesa.
Los baños, pequeños pero limpios y primorosos: repletos de detalles British style, quizá en exceso, diría yo.
Para los aficionados al brunch, los sandwiches de pepino (1.75 euros) y los scones son buenísimos, aunque personalmente prefiero sus tartas, especialmente la de zanahoria acompañada de auténtico custard inglés. Sinceramente, me parece un pecado ir a este establecimiento y no probarla. No creo que haya otra igual en todo Madrid.
En el aspecto de saladitos, ofrecen croissants bastante ricos, milhojas de foie, volovanes aceptables, pizzetas, etc...
¿Tiene algún inconveniente esta tetería madrileña?
-Los precios son un tanto elevados. Pagar 3 euros por una taza de té o 6 por una porción de tarta puede resultar un poco excesivo. Consuela pensar que pues una parte importante de los beneficios del T room se destinan a una ONG.
- Por otro lado, el local es pequeño y las mesas minúsculas y muy pegadas unas a otras.
- La decoración quizá sea más del gusto femenino y si llevas a tu abuela, flipará.
En definitiva, un lugar de ambiente retro, tranquilo y acogedor de los que deberían proliferar más en Madrid.
Recomiendo especialmente acercarse en la época navideña en la que la decoración ad hoc se muestra en todo su esplendor.
Una curiosidad: Los originales nombres de los tés: Desde el "Niños traviesos" al "Tardes Lluviosas", pasando por el "Power Flower", el "Sueños de Invierno", hasta el "First Love" (con sabor a fruta y chocolate).