El Hotel Husa Castilla Vieja no es un hotel excesivamente grande. Es lo que yo llamo un hotel tranquilo, con sus sólo 69 habitaciones.
Por fuera causa buena impresión, con una fachada bastante moderna. Esa impresión se te cae al suelo al llegar a recepción. ¿Dónde me había metido?, pensé yo. La recepción está decorada con estilo rústico.
Esperaba encontrar una habitación más propia de una casa rural que de un hotel de una capital de provincia como Palencia. Afortunadamente me equivoqué.
Nuestra habitación era chulísima. Decoración en tonos blancos, cama de matrimonio, una colcha blanca preciosa que hacía reslatar el cabecero de la cama de color madera oscura y hacía juego con las paredes pintadas de blanco. La iluminación era la justa, ni excesiva ni poca, y procedía de los focos colocados estratégicamente en techo y paredes.
El aire acondicionado, nosotros estuvimos en verano, lo podías regular a tu gusto.
Igual de moderno era el cuarto de baño. Estaba impoluto y los sanitarios eran de última generación.
Os recomiendo el bar de cocktails del hotel. Sirven unas bebidas estupendas. El hotel también tiene cafetería y restaurante.
Entre sus ventajas destacaría el parking gratuito, el wi fi gratis total en todas las estancias del hotel y también el gimansio. No te cobran ningún extra por pasar horas y horas en el gimnasio como pasamos nosotros.
El desayuno era un buffet que no desmerecía. Tenían hasta zumos naturales y la bollería estaba muy fresca.
El hotel tiene una ubicación muy céntrica. Puedes prescindir del coche para ir de tiendas por la zona o para visitar los lugares de interés turístico.
Lo que no te queda muy a mano es del aeropuerto. El aeropuerto lo tienes a unos 42 kilómetros.