Los Meteoritos de Guerlain son, sin duda alguna, un protucto de culto. Una polvera exquisita que contiene de pequeñas bolitas de polvos nacarados de tonos pastel y que, sencillamente, no tienen igual a la hora de dar el toque final iluminador a un maquillaje, especialmente a un maquillaje de noche o fiesta.
Respecto a su presentación actual tengo mucho que decir: me encantaba el packaging tradicional de los Meteoritos. Su caja de cartón coloreada era sencillamente exquisita. Sin embargo, desde la primavera de 2011, Guerlain ha cambiado su diseño por el de una sosísima caja metalizada de un color gris muy triste.
Ya antes de abrir el envase, el delicado aroma a violeta llega a nosotros y, una vez abierto, cubiertas por una borla protectora, encontramos las perlas de colores: rosa (da un velo satinado), amarillo (ilumina y atenúa manchas y ojeras), blanco nacarado(aporta luz), verde (corrige rojeces) y malva (elimina tonos amarillos).
Una vez aplicados los Meteoritos, el resultado es perfecto: la piel queda iluminada e increíble.
Aunque los Meteoritos se comercializan en varias versiones, yo uso los 01, llamados Tent Rose, (antes llamados Mythic), que me proporcionan un increíble efecto buena cara al instante.
¿Tiene algún inconveniente este producto? Pues sí: Alrededor de 45 euros la polvera con 30 gramos de producto parece un precio elevado. Sin embargo, si tenemos en cuenta que duran una eternidad y que son un cosmético de altísima calidad, el desembolso deja de parecernos tan grande.