La laca de unas de Estée Lauder es fantástica por su cobertura, aunque peca de tener normalmente unos colores bastante clásicos, aunque suele tener algún color a la moda, al menos en edición limitada, que son los que suelo comprar pues la colección permanente no me gusta demasiado.
Ahora tengo varios tonos y es que hay colores que no son para usar a diario pues no pegan con tono. Tengo un azul oscuro, un gris plomizo y un par de rositas muy claro, así como un blanco que queda casi transparente si sólo te echas una capa, que es el que me dejo siempre más tiempo. Es el que siempre tengo destrozado antes de quitármelo.
Como ya os he dicho, es un producto que con una única capa cubre mucho la uña y, aunque seas bastante torpe a la hora de pintarte las uñas (como es mi caso) es raro que te quede a surcos. Hay que hacerlo muy mal para que no quede la uña bien pintada. Otro tema es el de salirse hacia la piel. Si te pintas por fuera y no lo quitas enseguida, te costará un montón quitarlo después, al menos con el quitaesmalte de un euro de mercadona (jaja)
Respecto a su duración en la uña, fija muy bien y puedes tenerlo puesto durante muchos días, sobre todo si te diste dos capas. Lo único que la uña va creciendo y aparece sin pintar.
La aplicación es muy sencilla pues el pincel que viene es bastante gordito, con lo que en tres pasadas cubres la uña. Y seca enseguida, no tienes que estar mucho rato esperando sin hacer nada.
Lo peor de todo en este producto es el precio. Creo que 22 euros es algo excesivo, aunque hay que tener en cuenta que vienen como 9 ml, mucha cantidad de producto, aunque creo que sería mejor que viniera menos porque al final te cansas del color antes de llegar siquiera a la mitad y se te acaba secando.