Hasta hace unos pocos años, este dentífrico sólo lo podíamos encontrar en farmacias, lo que bajo mi criterio es un síntoma de la calidad que atesora.
Aunque con su distribución a nivel supermercados podría parecer que se ha vulgarizado, los que veníamos usando este dentífrico desde hace tiempo atrás lo hemos agradecido, puesto que su precio se ha visto reducido, y hoy lo tenemos por un precio alrededor del euro y medio su envase pequeño.
Su presentación más habitual y por tanto más fácil de encontrar en los supermercados es la de 75 ml., aunque también podréis optar por una de 125 ml., que es un poco más rentable económicamente que la anterior.
Su uso confiere a nuestra boca una buena sensación de frescor que a la vez es bastante duradera, y su sabor es mentolado, aunque no tan fuerte como para que pique, pero sí como dejarnos un buen aliento.