El inalámbrico Famitel TH 30 es una buena opción para no perder ninguna llamada del fijo cuando estás lejos de él.
Tiene un diseño muy funcional que combina los colores palteado, predomiante, y malva. Los números son grandes, bien visibles. Las teclas se dejan pulsar por dedos gruesos. Hasta mi marido que tienen unas manazas puede pulsar las telcas adecuandamente sin marcar números equivocados.
Está sobre una base de forma redonda.
Con este inalámbrico también puedes mandar mensajitos y recibirlos. Nosotros lo utilizamos sobre todo para recibir llamadas y llamar.
Su sonido es muy bueno. Oyes a tu interlocutor sin ninguna interferencia de línea.
La batería le dura bastante. Es de pilas recargables.
Tiene un menú bastante intuitivo que te permite ambiar el sonido de las teclas y regular el sonido del propio inalámbrico, poniéndole más o menos volumen según tus gustos.
No es caro. Me costó 22 euros. Me paree un precio razonable para un teléfono fiable y resistente.