Si hay algo que da muchísima rabia es ponerse a planchar, tarea odiosa de por sí (al menos para mí), y ver una mancha que se ha resistido a la lavadora en la ropa. Eso es inevitable cuando, como es mi caso, se tienen niños pequeños: el tomate, el odioso Ketchup, el chocolate, el césped, etc… parece mentira lo cochina que queda la ropa después de su uso…
Por otro lado, los cuellos de los polos se ponen asquerosos y también los cuellos de mis camisas se ven perjudicados por el maquillaje y quedan de pena.
Imaginaréis que por este motivo, he probado prácticamente todos los productos quitamanchas que existen en el mercado, con mayor o menor éxito.
Una de mis últimas adquisiciones al respecto fue el quitamanchas de KH-7. Su modo de empleo es sencillo: Es necesario aplicar el producto quince o veinte minutos antes de lavar la ropa. A continuación, hay que proceder a lavar la prenda de la manera habitual.
Lo que me gusta de KH-7 Sin manchas:
*Me gusta su formato en spray. Es práctico.
*Su precio razonable: ronda los 2.50 euros.
*Es fácil de encontrar en cualquier supermercado o hipermercado.
Lo que no me gusta del KH-7 Sin Manchas:
*Desde luego, no es el milagro antimanchas. Hay determinadas manchas, como las de puré, zumo de naranja, pipí o caca, por citar sólo algunas, que es necesario frotar previamente (y mejor aún si es con un cepillito ad hoc) si queremos que no quede ni rastro. De lo contrario, la mancha se reduce de intensidad pero no desaparece completamente o queda cerco, depende del tejido.
Mi nota: Un 6 raspadillo.