Pegando un jardín.
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Acerca de:Ikea Slätthult Adorno autoadhesivo
Ventajas:Fácil de pegar, sobre toda superficie, y resistente.
Desventajas:Ninguna.
LA VISITA AL IKEA o prolegómenos.
El pasado año aprovechamos un viaje de una familiar para pintarle el salón. El color elegido era un chocolate clarito. Hasta ahí bien. Pero las puertas son unas de esas antiguas, de chapa de madera con un relleno de cartón. Lisas y pintadas de un blanco brillante. ¿Y qué hacemos con las puertas?
Resaltaban frente todo el salón (cuando estaba pintado de amarillo canario chillón no quedaba mal la cosa). Pensamos en pintarlas del mismo tono, pero pintar por encima quedó desechado: la pintura resbalaría. Lijarlas... habría que desmontarlas para que quedase mejor. Y aún si fuesen de madera... quedaría bien la madera barnizada. No teníamos tiempo suficiente para pintar todo el salón y ocuparnos de la puertas a ese nivel. Algo teníamos que pensar, ¡porque así no podían quedar!
Y coincidió que fuimos a buscar unas cosillas al Ikea. Una vez allí, curioseando curioseando nos encontramos con este producto... ¡podía ser la solución!
EL PRODUCTO o la base para la creatividad.
Este producto es bien sencillo: unas pegatinas para colocar en diferentes superficies. No sabíamos cómo eran, pues a la vista se veían unas amapolas con un fondo blanco. Esto sería un problema si la superficie es de otro color, pero como las puertas ya eran blancas... nos las llevamos.
Lo bueno es que al abrir el paquete y despegar las amapolas... resultó que el plástico alrededor de la amapola es transparente. Perfecto para colocar sobre una superficie de cualquier color, puesto que lo único que se verá es el dibujo, sin interferencias.
Vienen en una placa de cartón (así no se arrigan) y sus dimensiones son de 50 por 30 centímetros. ¿Es eso suficiente, aun siendo sólo una puerta? Pues sí, porque el dibujo son tres amapolas abiertas bastante grandes pero lo bueno del caso es que vienen separada cada corola y cada tallo. Esto es, tenemos seis pegatinas en total. Esto permite, sin tijeras ni nada, colocar no sólo las amapolas a la distancia que nos parezca mejor sino también hacer la composición que queramos.
Nosotros decidimos inclinar un tallo sobre otro y colocar las amapolas a diferentes alturas. Un diseño sencillo, pero muy cuco.
La colocación es de lo más sencilla, pues sólo hay que limpiar la zona (para facilitar la adherencia) y colocar los adhesivos en su sitio. Sólo hay que ir colocando el adhesivo empezando por un extremo e ir presionándolo un poco para evitar las bolsas de aire. No necesitamos más que las manos, pero si no nos fiamos se piede usar algo rígido para presionar (una carcasa de un CD, por ejemplo).
Los llamo adhesivos, pero no llevan pegamento. Así, podemos modificar la composición (mejor un poco más arriba, tuerce ese tallo un poco más...) sin problemas.
EL RESULTADO o reacción a la acción.
A nosotros nos pareció un toque nuevo a la habitación, ¿pero todos opinaron los mismo? Pues sí, todo el mundo quedó encantado con ese empujón a la decoración global. Las puertas (adornamos dos puertas, con dos placas de pegatinas en total). Quedó muy decorativo, por lo bonito del dibujo de las amapolas y porque se integraba bien con los materiales de la puerta.
Han pasado los meses, y la limpieza ha sido sencilla: aguanta un paño suave con detergente y agua sin problemas. Además, no se ha despegado de la puerta. Esto es algo que nos preocupaba, pues nunca habíamos probado estas pegatinas y no sabíamos si al final se irían despegando puerta abajo. Aclarado: buena fijación.
¿Conclusión? Pues que es una forma sencilla de decorar un espacio liso. Y a un precio muy bueno: menos de ocho euros. Recomendado!
El pasado año aprovechamos un viaje de una familiar para pintarle el salón. El color elegido era un chocolate clarito. Hasta ahí bien. Pero las puertas son unas de esas antiguas, de chapa de madera con un relleno de cartón. Lisas y pintadas de un blanco brillante. ¿Y qué hacemos con las puertas?
Resaltaban frente todo el salón (cuando estaba pintado de amarillo canario chillón no quedaba mal la cosa). Pensamos en pintarlas del mismo tono, pero pintar por encima quedó desechado: la pintura resbalaría. Lijarlas... habría que desmontarlas para que quedase mejor. Y aún si fuesen de madera... quedaría bien la madera barnizada. No teníamos tiempo suficiente para pintar todo el salón y ocuparnos de la puertas a ese nivel. Algo teníamos que pensar, ¡porque así no podían quedar!
Y coincidió que fuimos a buscar unas cosillas al Ikea. Una vez allí, curioseando curioseando nos encontramos con este producto... ¡podía ser la solución!
EL PRODUCTO o la base para la creatividad.
Este producto es bien sencillo: unas pegatinas para colocar en diferentes superficies. No sabíamos cómo eran, pues a la vista se veían unas amapolas con un fondo blanco. Esto sería un problema si la superficie es de otro color, pero como las puertas ya eran blancas... nos las llevamos.
Lo bueno es que al abrir el paquete y despegar las amapolas... resultó que el plástico alrededor de la amapola es transparente. Perfecto para colocar sobre una superficie de cualquier color, puesto que lo único que se verá es el dibujo, sin interferencias.
Vienen en una placa de cartón (así no se arrigan) y sus dimensiones son de 50 por 30 centímetros. ¿Es eso suficiente, aun siendo sólo una puerta? Pues sí, porque el dibujo son tres amapolas abiertas bastante grandes pero lo bueno del caso es que vienen separada cada corola y cada tallo. Esto es, tenemos seis pegatinas en total. Esto permite, sin tijeras ni nada, colocar no sólo las amapolas a la distancia que nos parezca mejor sino también hacer la composición que queramos.
Nosotros decidimos inclinar un tallo sobre otro y colocar las amapolas a diferentes alturas. Un diseño sencillo, pero muy cuco.
La colocación es de lo más sencilla, pues sólo hay que limpiar la zona (para facilitar la adherencia) y colocar los adhesivos en su sitio. Sólo hay que ir colocando el adhesivo empezando por un extremo e ir presionándolo un poco para evitar las bolsas de aire. No necesitamos más que las manos, pero si no nos fiamos se piede usar algo rígido para presionar (una carcasa de un CD, por ejemplo).
Los llamo adhesivos, pero no llevan pegamento. Así, podemos modificar la composición (mejor un poco más arriba, tuerce ese tallo un poco más...) sin problemas.
EL RESULTADO o reacción a la acción.
A nosotros nos pareció un toque nuevo a la habitación, ¿pero todos opinaron los mismo? Pues sí, todo el mundo quedó encantado con ese empujón a la decoración global. Las puertas (adornamos dos puertas, con dos placas de pegatinas en total). Quedó muy decorativo, por lo bonito del dibujo de las amapolas y porque se integraba bien con los materiales de la puerta.
Han pasado los meses, y la limpieza ha sido sencilla: aguanta un paño suave con detergente y agua sin problemas. Además, no se ha despegado de la puerta. Esto es algo que nos preocupaba, pues nunca habíamos probado estas pegatinas y no sabíamos si al final se irían despegando puerta abajo. Aclarado: buena fijación.
¿Conclusión? Pues que es una forma sencilla de decorar un espacio liso. Y a un precio muy bueno: menos de ocho euros. Recomendado!
Fecha:09:33:39 24/01/12
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