El Hotel RH Princesa es un hotel de grandes dimensiones en el que puedes gozar de unas bonitas vistas si te toca una habitación de las plantas superiores del edificio, como fue nuestro caso.
Estuvimos muy cómodos. El hotel acababa de ser reformado, tenía muebles nuevos en la habitación y el cuarto de baño todavía olía a cemento.
Para divertirnos no necesitamos salir mucho del hotel. Mi marido tenía un minigolf que él consideraba aceptable, yo tenía mi piscina y por la noche había actividades de animación para nosotros y para la niña.
También nos quedamos a comer en el hotel. El menú era variado y yo con un menú variado ya estoy contenta.
Este hotel es uno de los mejores que hay en Benidorm. Lo mantienen bien y lo notas sólo con entrar en la amplia recepción donde todo está muy limpio y te tratan con amabilidad.
Comodidades no te faltan en este hotel. Además de las piscinas, hay spa, gimnasio, un bar-cafetería que por la noche convierten en salón de baile.
No importa estar en una habitación de una planta alta porque el edificio tiene cuatro ascensores rápidos.
Nuestra habitación era grande, con un cuarto de baño también amplio. Me disgustó que nos cobrarán extra por la caja de seguridad que estaba dentro del armario. Lo que me agradó fue la terraza de nuestro cuarto. Era grande y tenía mesa y sillas. Desde la terraza se veía el mar.
Todo estaba muy limpio, como he dicho. Los suelos de parqué de la habitación brillaban.
Destacaría también el buffet del desayuno era amplio y había productos para personas con problemas alimenticios de intolerancias y esas cosas.
El wi fi era gratis total. Una ventaja más a destacar.
Sin duda este hotel es perfecto para unas vacaciones de sol y playa. Os lo recomiendo, sobre todo si vas en familia. Es un hotel que tiene de todo.