Un sitio donde ponen unos pinchos que te chupas los dedos es en el Mesón Los Herreros. De todos ellos yo me quedo con uno de chorizo que mezclan con huevo de codorniz y con los hojaldres rellenos de morcilla con pimientos rojos.
Son pinchos que se salen de lo corriente, muy originales y muy variados. Es raro que no encuentres uno a tu gusto.
Lo que hacen también delicioso es el arroz con leche. No te sale caro comer en este mesón-restaurante. Por unos quince euros puedes comer si te contentas con agua como bebida. Si pedimos vinos, la factura sube algo más.
Me gusta hasta su comedor que está en la planta superior. Es muy tranquilo para comer en familia. El comedor está decorado con fotografías antiguas de la ciudad de Burgos.
A mi marido le canta la lubina que sirven en este mesón. Es una lubina que está en su punto, ni muy hecha ni cruda. Yo prefiero los chipirones si hablamos de pescado. Los hacen deliciosos, nada secos.
También me gusta mucho la decoración del local, las fotos del Burgos antiguo que a mí me sirven para enseñarle a mi niña una ciudad de hace años. A Patricia le encantan y hace muchas preguntas.
Lo que no me gusta es que no tenga ascensor para subir y baja del comedor. No es fácil cuando vas con niños pequeños que no bajan una escalera ni que los mates. Si llevas el cochecito, mejor no vayas.