Normalmente en verano me gusta usar los polvos de sol y como ya estás morenita, no hace falta que uses base de maquillaje antes. Sin embargo, este año todavía no he pisado la playa y estoy tan blancucha como en invierno, con lo que los polvos de sol me quedan un poco como deslavados y es que no tienen mucha cobertura.
Es por eso que he preferido comprarme unos polvos compactos que sirven de base de maquillaje, es decir, que cubren un montón y encima ya tengo el acabado empolvado que me gusta en un único producto.
Además, aunque no es tan cubriente como el maquillaje líquido, si que cubre un montón. Hay que tener cuidado si no os gusta el acabado como una máscara porque si cargas mucho el aplicador que viene en el estuche te pones demasiado producto.
Al igual que la base de maquillaje del mismo nombre, es libre de aceites y de larga duración, con lo que se mantiene inalterable durante hora. Sin embargo, no te costará nada retocarte ya que la polvera no es muy grande y es perfecta para llevar en el bolso. Aparte de los polvos, incluye un espejo y una esponja para aplicarte el maquillaje. Yo normalmente me maquillo con brocha porque queda más natural, pero si usas el aplicador hay que tener en cuenta que tiene dos caras bien diferenciadas. Con la cara rugosa aplicas más producto, con lo que consigues mayor cobertura. Con la otra cara, que es como de seda, el acabado es más natural.
El precio está bien teniendo en cuenta la calidad del producto. Cuesta 40 euros y cunde muchísimo. Yo llevo usándolo a diario casi dos meses y prácticamente está nuevo.