El Motel 6 de Carlsbad es un sencillo establecimiento hotelero en el que nos alojamos hace un tiempo cuando a mi marido se le ocurrió que debíamos ir a ver unas cavernas que hay en un Parque Natural allí al lado. Yo no soy muy de ese tipo de turismo, pero una se apunta a todo.
El motel llama la atención por su sencillez. Por ejemplo, para ir a nuestra habitación, que estaba en el piso superior, debíamos subir por unas escaleras exteriores. Las habitaciones estaban a ambos lados del pasillo.
Para aparcar no tenías problemas. Era lo mejor. Podías dejar el coche fuera sin ningún problema.
Tuvieron el detalle de ofrecernos un café cuando llegamos a la recepción. Me arrepentí de aceptarlo porque estaba aguado. A mí me gusta el café bien hecho.
Nuestra habitación era grande a más no poder. Disfrutamos de una cama también gigante. Teníamos un cuarto de baño con ducha y bañera. Lo que no me gustó es que el lavabo estuviera en la habitación. Y menos encontrar un secador de pelo. Tuve que pedirlo en recepción.
Mi marido echó en falta dos mesillas de noche. Sólo teníamos una. Tuvo que colocar el móvil en el suelo.
A su favor he de decir que estaba todo muy limpio. Cambiaban toallas y sábanas todos los días.
No se puede comparar este motel con los hoteles baratos de nuestro país. Por ejemplo, en cuanto a champú y gel nada de nada. Sólo nos dejaron un par de pastillas de jabón. Tuvimos que salir a comprar champú y gel.
Lo mejor del motel es el silencio. No me extraña porque es el mundanal ruido. Hay silencio dentro del motel y fuera.
Para desayunos y comidas optamos por ir a los Pizza Hut, McDonalds y demás establecimientos de comida rápida que había en la zona. Un día fuimos a un restaurante mexicano, pero a mí la comida mexicana como que no me gusta.