Aunque en líneas generales L'Oréal no es una marca de mi agrado (me parece cara para la calidad que ofrece), Shine Caresse de L'Oréal llegó a mí en forma de regalo. Concretamente, el número 101, que responde al nombre de Lolita.
A mí, que tan aficionada soy a los glosses, no me ha gustado el Shine Caresse. Sí han sido de mi agrado varios puntos del mismo:
- Su packaging es dorado, elegante y muy cuidado.
- Su aplicador con respondía es muy cómodo y su utilización resulta muy fácil.
- Su fórmula, con una gran proporción de agua, resulta muy refrescante y no es pegajosa en absoluto. Además, tiene un olorcito muy agradable.
- El color es natural, brillante y carece de las partículas de purpurina tan características de ciertos brillos labiales. Concretamente este 101, es un tono rosita muy suave y favorecedor.
No obstante y, a pesar de que el color me encanta y me parece perfecto para aquellas mujeres a las que les gusten los maquillajes naturales, no lo compraré, porque le encuentro varios puntos en contra:
- El color desaparece rápidamente de los labios, incluso din comer, beber o besar y no es tan brillante ni vinílico como hace creer su publicidad.
- Existen opciones más interesantes en el mercado por los casi doce euros que cuestan los tres gramos de este producto.
Conclusión: No lo compraré. Mi concepto de L'Oréal como marca no ha mejorado.