Vitalumière de Chanel es una base de maquillaje fluida satinada con efecto alisador, que atenúa los rasgos de cansancio, con un SPF 15.
Se comercializa en nueve tonos que van desde el Épice (número 32 al Hâle (número 60) y que se adaptan a todos los tonos de piel desde los más claros a los más rosados en sus variantes beige y rosadas, por supuesto. En la web de la marca encontraréis cumplida información sobre los mismos.
Personalmente, lo que más me gusta de esta base de maquillaje es cómo se funde con mi cutis a la perfección, dejándome un tono completamente natural. Para que os hagáis una idea, mi tono es un NC20/25 de Mac y de esta base es el tono 25, Pétal. Es increíble como al terminar de aplicarla, se nota inmediatamente que la piel está como más descansada y saludable y eso a pesar de que su textura es muy, muy ligera. Además, su fórmula contiene agentes hidratantes que evitan cualquier sensación de tirantez durante todo el día.
Otro punto a favor de este producto es la facilidad con la que se extiende y aplica (a mí me gusta hacerlo con los dedos), gracias a su práctico packaging: un frasco dosificador transparente con un contenido de 30 mL. y que permite saber en todo momento qué cantidad de producto queda.
No obstante, reconozco que su textura ligera es adecuada para pieles secas y mixtas, siendo imprescindible para estas últimas, sellar la base con meteoritos o polvos compactos. No me parece, sin embargo, adecuada para las pieles más grasas a las que, sin duda, les hará brillar más de la cuenta. Esta base tampoco agradará a quienes necesiten una base muy cubriente para tapar imperfecciones.
¿Algún punto en contra? Obviamente su precio: alrededor de los cincuenta euros. No obstante, aplicándola a diario, dura aproximadamente unos seis meses.
Conclusión: Vitalumière me encanta, porque no me pesa en la piel y me aporta un aspecto sano y natural.