La primera temporada de El Barco consta de 13 episodios y cada uno va siendo más aburrido y desesperante que el anterior.
Primero os cuento de qué va y después justifico mis palabras.
Debido a un experimento científico, casi toda la superficie terrestre desaparece y tan sólo quedan kilómetros y kilómetros de agua.
El estrella polar es un buque escuela que emprendió su travesía antes de poner en marcha el acelerador de partículas, causante del desastre, y cuyos tripulantes se ven obligados a navegar sin rumbo en busca de una tierra que parece no existir. Dentro del barco hay todo tipo de personajes, la mayoría de ellos jóvenes con unas hormonas tremendamente alteradas, aunque los mayores tampoco se quedan atrás.
RAZONES PARA VER ESTA SERIE
Sólo existe una: Desconectar totalmente de la realidad pues, aunque la historia pudiera ocurrir, las reacciones de los implicados no serían ni por asomo parecidas. Nadie puede ser tan simple, inconsciente o absurdo.
RAZONES PARA NO VERLA
Cada capítulo se puede ver de forma independiente, pero es que va a ser difícil ver un capítulo entero. Dura como hora y media, pero parecen tres, y es que dan tantas vueltas a las cosas que se hace pesadísimo. El final se ve venir, no hace falta que den tantas explicaciones o mas bien falta de ellas, pues muchas veces nada de lo que ocurre tiene sentido y no convence nada de lo que sucede. Además, la estructura siempre es la misma: Aparece el problema, los responsables toman decisiones incorrectas, normalmente de forma unilateral, por decretazo, y entonces tiene que llegar el "tonto" (un marinero que tuvo un accidente que le dejó una burbuja en el cerebro) y da con la solución.
Esta serie me recuerda demasiado a El Internado, también de Antena3. Está bien que una serie tenga misterio, pero un misterio en el que vayan dando pistas para poder vislumbrar el final, no que lo enreden mas y mas para al final resolverlo en dos capítulos. A mí esto no me gusta, mas bien me cabrea y hace que no vea la serie, sino que me limite a leer el resumen de cada capítulo para descubrir el porqué.
Además, los personajes no me gustan, no hay ninguno al que se le pueda coger cariño y, lo que más me repatea de todo, es que hay demasiada escena religiosa. Un cura que quiere dar misa y tener una capilla en el barco no me parece una temática adecuada para una serie española de este estilo.
Y después están los actores, por llamarles algo. Malos no, lo siguiente. Su calidad interpretativa está a la altura del interés que me suscita la serie, salvo alguna excepción. Se salvan los más veteranos, como Juanjo Artero, aunque su personaje tiene unos registros tan limitados, que siempre parece actuar igual.
En resumen, el barco sólo lo recomiendo como alternativa a mirar a las musarañas.