Aproveché una súper oferta de esas de lo precio locos de sephora para comprarme estas pinzas. Lo más llamativo de ella e que llevan una luz incorporada, pero, aunque curioso, no le veo mucha utilidad, al menos para usarlo lo usa uno mismo. Quizás si que sea útil si la está usando alguien para depilar a otra persona, pero yo me arreglo con esa luz, mas bien me deslumbra y no veo bien.
La pinza es como toda, en acero inoxidable, o al menos eso parece. La tengo hace un par de meses y sigue como el primer día, reluciente, y eso que la guardo en repisa del baño y con todo el vaho que se forma cuando me ducho hay mucha humedad, así que i que debe ser inoxidable.
Lo importante de estas pinzas es que están bien tensadas, con lo que es fácil depilarse. Agarran muy bien el pelo, con lo que depilarse con ella no resulta un suplicio adicional porque tengas que intentar coger el pelito en cuestión mas veces de la cuenta (aunque eso también depende de la destreza de cada uno), o que te pellizques en el intento.
Además, tiene una práctica funda, también en acero inoxidable, que la protege de caídas u otras torpezas, con lo que la conservación de la pinza está garantizada por mas tiempo. Y como detalle en esa funda hay un espejito, con lo que podrás retocarte en cualquier momento y lugar, lo cual parece una tontería pero no lo es, por lo menos para mí y es que yo siempre me veo los pelos cuando estoy fuera de casa, aunque me haya depilado el día anterior.
La verdad, que con los 3 euros que me costó estoy encantadísima, aunque hay que reconocer que no es una pinza de precisión ya que la punta es un poco ancha y los pelos súper cortos no los coge, pero para salir del paso es perfecta.