Me gusta el Clinique Quickliner for Eyes porque es un lápiz de ojos que no tienes que afilar. Lo giras y le sale la punta. Así de fácil.
Pinta bien. Según lo vas usando el trazo se le hace más grueso, como a mí me gusta.
Yo lo tengo en negro. También lo venden en marrón, azul, gris, verde, etc. Hay colir y aburrir.
Nunca me ha ocasionado ninguna alergia. No esperaba menos de un producto de la marca Clinique, una marca de las mejorcitas que hay en cosmética.
Yo sólo le encuentro ventajas al Clinique Quickliner for Eyes en cuanto a calidad. Pinta bien y te dura la raya bastante más que con otros lápices de ojos.
Debes tener la precaución de dejarlo bien cerrado. Si te queda sin tapa se te seca.
Me gusta también su textura cremosa. No hay que hacer fuerza para pintar la raya.
Lo que me gusta menos es su precio. Pagar por un lápiz de ojos 15,95 euros es mucho pagar, sobre todo cuando no te cunde mucho porque lo estás utilizando a diario como es mi caso.
Lo sigo comprando, pese a su precio, porque es un lápiz que me encanta. Resulta tan práctico que una prefiere olvidarse del precio y darse el capricho. Además en lápices de ojos no me gusta ahorrar. Cuando encuentro uno que no me da alergia, me lo anoto para seguir comprándolo.
Os recomiendo muy mucho el Clinique Quickliner for Eyes. A mi madre le regalé el marrón y le queda de cine. Se le nota más la raya que cuando se la pinta con otros lápices de la competencia.