Lo mejor del Hotel Niza de San Sebastián son las preciosas vistas de las habitaciones a la Playa de la Concha. Nosotros elegimos una de esas habitaciones pese a cobrarnos un poco más por ella. Merece la pena pagar la diferencia.
Es un hotel pequeño, bastante tranquilo y sin lujos. No olvidemos que estamos hablando de un tres estrellas.
Lo que me defraudó fue que la habitación fuera un poco pequeña para dos personas. Mi pareja y yo estábamos como dos sardinas en una lata. Pero estaba todo muy limpio. Y lo mismo puedo decir del cuarto de baño.
Lo que se notaba era todo bastante antiguo. El hotel precisa una remodelación en lo que son las habitaciones.
Más moderno era el restaurante, el Narru, un restaurante con unas vistas al mar estupendas. Se comía bien allí. Ofrecían platos de gastronomía vasca muy bien presentados.
El desayuno, en cambio, no estaba a la altura de las comidas y cenas del restaurante. Era un desayuno con mucha bollería industrial para mi gusto. Lo único que tenía de bueno era que no salías con hambre del buffet porque las cantidades eran generosas.
Del personal no tengo queja, con excepción de una señora que había en recepción que no era nada amable. Me pareció una borde. Parecía que tenía que hacer un esfuerzo para atenderte.
No me gustó tampoco la decoración de nuestra habitación. Las paredes eran tan blancas que parecía que estabas en un hospital. La cama era cómoda, en tonos azules el cabecero. Lo mismo puedo decir de un sillón que quedaba como un pegote con su color verde, pero daba gusto sentarse en él para ver la televisión.
Pese a todo os recomiendo el Hotel Niza de San Sebastián. Está en primera línea de playa y merece mucho la pena. Es un lujo bajar del hotel y meterte en la playa.