Después de leer foros sobre Granada y sus multas de tráfico a casi todo turista que va en coche, nos daba miedo ir en coche a la ciudad así que decidimos alojarnos en las afueras.
Lo primero decir que este hotel no está a las afueras, sino en un polígono ubicado fuera de los límites de la ciudad de Granada, como a 10 km del centro. Es verdad que hay un autobús, pero en el hotel nos dijeron que no tenía mucha frecuencia y que nos recomendaban ir en coche y dejarlo en algún parking fuera de la zona centro, ya que por allí en coche es donde te ponen la multa.
Por tanto, es un hotel que no elegiría por su ubicación, pero si por todo lo demás. Está limpio, la atención es aceptable, el buffet está genial y el precio muy asequible.
La habitación es amplia, los colchones cómodos y la limpieza buena. Y eso es todo lo bueno, pues el baño estaba un poco anticuado y la decoración era un poco cutre. Y nos tocó una ventana que daba a un patio interior, aunque dada la ubicación del hotel en un polígono, las vistas tampoco iban a ser mucho mejores de dar a la calle.
Respecto a los servicios del hotel, no hay mucho que destacar y es que no estuvimos casi nada más que para dormir, aunque yo creo que tampoco contaba con mucho. Había una cafetería restaurante en la que se servían los desayunos, comidas y cenas a muy buen precio, con un trato cordial por parte de los empleados y todo limpio.
También cuenta con una sala de televisión en la que los grupos grandes pueden reunirse, pero que nosotros no usamos pues con la habitación nos servía, pero que parecía muy agradable.
Es un hotel que recomiendo si estás de paso por Granada o si te quieres quedar un par de días pues a pesar de estar a 10 km del centro su proximidad a la autovía hace que el acceso sea muy sencillo.