Me gustan mucho los juegos en los que tienes que juntar fichas iguales para pasarte pantallas y este pertenece a esa categoría, con el añadido de que vas pasando pantallas y estas cambian un poco, de modo que no resulte muy repetitivo. Además, no sirve sólo con juntar fichas, sino que tienes que conseguir que todas las posiciones de las fichas hayan sido tocadas al menos una vez durante la partida. De ese modo el juego es un poco más interesante, sino sería demasiado simple.
Tampoco es que sea muy complicado, al menos en sus primeras pantallas. Tampoco es que la definición y los gráficos estén muy currados, pero es gratis y entretiene mucho más que otros más complejos. Y que sea tan simple hace que sea rápido, lo cual es una ventaja.
La única manera de perder es por tiempo y en las primeras pantallas puede parecer imposible que ese tiempo se termine, pero a medida que pasamos pantallas el número de casillas va creciendo y también la complejidad a la hora de juntar las fichas del mismo color pues aparecen dificultades nuevas, como piedras o esquinas que no permiten muchas combinaciones de fichas.
El nivel de adicción es medio y es que al principio lo coges con ganas y te picas para pasar pantallas, pero después terminas aburriéndote y es que siempre tienes que empezar por el principio, al menos en la demo que yo tengo.