Ribeira do Miño es uno de mis restaurantes preferidos desde que lo conocí, y sin duda mi marisquería número uno. Está en una callecita que sale de la calle Fuencarral, en pleno centro de Madrid, y lo mejor es ir en metro (Tribunal), ya que esa zona es peatonal y los aparcamientos suelen estar llenos. Además puedes aprovechas para dar un paseo por la zona, que está siempre muy animada.
No se trata de un sitio elegante, ni nada por el estilo, es un restaurante de barrio normal, con la diferencia de que sus productos son de muy alta calidad, y de que tiene un precio muy asequible. Mi marido y yo no nos privamos de nada, mariscada, ribeiro, pimientos del piquillo, postre... Está especializado en productos gallegos, por lo que la ternera y los pescados también son totalmente recomendables.
El único problema es que está siempre lleno, sobre todo los fines de semana. Nunca he ido a la hora de la comida, pero la cena es mejor reservarla. Si no tienes reserva te darán un número y te tocará esperar bastante rato, aunque puedes tomarte algo en la barra o dar una vuelta por la calle Fuencarral, que siempre tiene mucho ambiente. El local es mucho más grande de lo que parece por fuera, por dentro hay varios salones que hacen que parezca un poco un laberinto, pero es cómodo.
En cuanto al ambiente, hay de todo, desde jóvenes a parejas mayores, familias que llevan años cenando allí y turistas. Si te gusta el marisco no lo dudes, te encantará y querrás repetir.