Tanto yo como mis amigas acabamos comprando el cepillo de dientes Oral-B Pro 600 por recomendación de un dentista. No creo que sea mejor que los que venden las marcas de la competencia, pero, como te dicen que es el que necesitan tus dientes, acabas comprándolo.
A mí me resulta cómodo para usar cuando estoy en casa. Para ir de viaje prefiero llevar un cepillo de dientes de toda la vida que no necesita recargarse en ningún enchufe. Lo sencillo siempre resulta más práctico.
En todo caso, el Oral-B Pro 600 resulta fácil de utilizar. Una vez que lo tienes bien cargado, sólo tienes que darle al botón que lo enciende, ponerle crema y cepillarte los dientes. Tiene la ventaja de que te indica si te pasas con la presión. Otra ventaja es que alcanza bien los rincones menos alcanzables de tu dentadura. Es fácil de sujetar con la mano. También resulta fácil limpiarlo porque su cabezal es desmontable.
Este cepillo te indica cuanta batería te queda. el indicador de la batería está en el mango, debajo del botón que enciende y apaga el cepillo.
Yo lo compré en color azul. También lo vendían en color lila, naranja y verde. Estuve a punto de comprar el verde, pero finalmente me decidí por el azul. Tengo un montón de cepillos de dientes verdes de los no eléctricos.
Os lo recomiendo. Limpia bien los dientes. Es excelente para cepillarlos cuando has comido una comida copiosa. Te quita toda la suciedad de la boca.
La desventaja que le encuentro es el precio. Me costó 31 euros. Me parece un poco caro. Mi marido compró otro y también está contento con él.