Los polvos con purpurina para iluminar el rostro no me gustan mucho. No noto que me dejen un color nada natural. Parezco una muñeca de tómbola cuando me los pongo. Os estoy hablando de los Catrice Iluminador Pure Shimmer.
Estos polvos finos se pegan a mi piel una barbaridad. Debe ser por la purpurina que llevan. Su color es entre el dorado y el rosa palo, no es que tenga un olor llamativo, pero se hace notar bastante en la cara de una.
Encima tiene olor. Yo prefiero los polvos que no huelen a nada. El olor de estos Catrice Iluminador Pure Shimmer se te acaba yendo pronto, pero, cuando te los aplicas, te notas el aroma una barbaridad.
Yo siempre me lo difumino para conseguir un acabado más natural. Ni así lo consigo mucho. Me queda cara de muñeca de los años setenta. Por eso sólo me los aplico para salir de noche. Cuando sales a una discoteca todo queda bien. Para ir a trabajar nunca me los pondría porque daría la nota a más no poder.
Tampoco son unos polvos ideales para llevar todo el día. Sólo aguantan unas cuatro horas. Pasado ese tiempo su color va a menos hasta acabar desapareciendo por completo.
Os recomiendo ponerlos después del maquillaje. Si te los pones antes, das todavía más la nota. Yo lo hice una vez y tuve que desmaquillarme por completo porque mi marido no querría salir conmigo en plan puerta de circo. Él es muy tímido. Detesta que miren para quien lleva al lado y le horroriza ser el esposo de una chica que se convierte en la reina de la fiesta a causa de un maquillaje que se sale de lo convencional.
El Catrice Iluminador Pure Shimmer no es caro. Me costó la cajita 5,20 euros. Tiene un precio muy razonable para este tipo de productos.