El Hotel Horizonte, Palma de Mallorca, es un hotel que está cerca de los sitios de mayor interés turístico. Por eso lo elegimos para pasar unos días de vacaciones en familia. No lo hubiera elegido si supiera que tenía la piscina siempre hasta los topes. Mis hijas se quedaron con las ganas de meterse en la piscina porque no me parecía nada segura tan llena de gente. Me refiero tanto a las dos piscinas de niños como a la piscina de adultos.
Menos mal que el hotel está bien comunicado por autobús para ir a las playas más interesantes de Palma. Nosotros no recurrimos al autobús porque teníamos un coche alquilado, pero la opción del autobús siempre me parece interesante, sobre todo para personas que vacacionan solas. Llevar niños en el autobús es mucho lío. Por eso siempre alquilamos un coche cuando estamos en las Baleares con los críos.
La habitación tenía unas buenas vistas y ahí acababan sus ventajas. Se me cayó el alma a los pies cuando vi lo mal que iba la conexión wi fi. Tuvimos que ir a un ciber para consultar el correo electrónico porque aquella conexión wi fi era peor que la de la casa de mi hermana. Tampoco iba demasiado bien el aire acondicionado. Vinieron a arreglarlo, pero siguió funcionando como una escopeta de feria. La cama era para no dormir. Le notabas todos los muelles al colchón. Fue imposible conciliar el sueño. Mi chico acabó tirándose sobre una alfombra.
Fuimos un día a desayunar y no volvimos. Te servían un café que sabía a rayos y una bollería industrial pasada de moda. Parecía que iban a la comida caducada de los supermercados para darnos de comer. Mi chico quiso ir un día a cenar, aprovechando que teníamos la cena incluida en el precio. fue una mala idea. Era una comida como de menú de bar de barrio y encima fría. Tuvimos que dejarla en el plato.
Un desastre. Por eso no os recomiendo alojaros en el Hotel Horizonte, Palma de Mallorca. Hay hoteles mejores en Palma.