Las habas nunca fueron baratas, pero las hay carísimas. Por ejemplo, esta Alubia Extra Blanca Riñón La Asturiana que venden en muchos supermercados en bolsas de un kilo. La última bolsa que compré me costó 3,49 euros.
Me gusta el envase. Es un envase con abre y cierra fácil. El abre y cierra no es más que una pegatina, pero en otros envases no lo la encuentras. Yo sigo poniéndole una pinza de esas que se venden en el Ikea para cerrar paquetes de productos alimenticios.
La bolsa es transparente. Ves las habas, cosa que me gusta. Prefiero ver el producto. Así, si no me tiene buen aspecto, no lo compro. En la bolsa hay una imagen de una señora con traje típico de Asturias. Un detalle muy acorde con la marca de las alubias.
Las habas son medianas y gorditas. Te valen tanto para hacer una fabada como para echarle un puñado a un caldo gallego. Por eso le gustan tanto a mi madre. Dice que, pese a ser caras, acaba ahorrando, porque en un mismo paquete tiene habas ara hacer todo tipo de comidas que llevan alubias.
Os las recomiendo. Son unas habas sabrosas. No hace falta ponerlas muchas horas a remojo. Mi madre sólo las pone dos o tres horas. Así no se descasquillan tanto cuando cuecen. Son blancas, por supuesto. A mí no me gustan las alubias de colores. Te tiñen la comida y el sabor no me va nada. Las habas blancas, en cambio, son mucho más sabrosas. Es una pena que no le sienten muy bien a un estómago tan delicado para mi.
El envase de un kilo te da de sobra para hacer una fabada para toda la familia. Mi madre, cuando ve que no va a llegar ara todos, le echa unas patatitas cortadas en trozos a cocer. Era una receta de habas con patatas que hacía mi abuela.