Normalmente suelo mirar lo que hay para visitar en las ciudades a las que viajo, pero lo de Teruel fue tan inesperado que no mire nada, así que me lleve una sorpresa con este monumento. No me esperaba una cosa así.
La Escalinata esta junto a la oficina de turismo del gobierno de Aragón, así que después de salir con el mapa y muy poquita información y ganas de trabajar por parte del funcionario que nos atendió, nos topamos con ella. Una verdadera sorpresa y una maravilla de obra arquitectónica.
Su estilo es neo-mudéjar, es decir, que aúna elementos de la arquitectura mudéjar y la modernista. Esto da como resultado un colorido mosaico que hace que bajar esos 140 escalones a pleno sol turolense merezca la pena.
La Escalinata fue construida en 1920-1921 y esta en perfectas condiciones. Supongo que es porque está en uso, no solo por su valor como monumento, aunque también por eso, pues ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
Lo mejor de la Escalinata es que la bajas a pie, pero puedes subir en ascensor, y es que hacia muchísimo calor como para poder disfrutar al 100% de la visita.
Esta dividida como en dos tramos. Mirándola desde abajo, que es desde donde se aprecia mejor su estructura completa, hay un tramo recto que se divide en dos alas hasta el Paseo del Ovalo.
En el medio, hay un amplio descansillo con un mural en piedra de los Amantes de Teruel, sobre este el escudo de la ciudad y en mitad una fuente de la que no salia agua (no se si fue puntual o nunca tiene)
Realmente en la parte baja no hay nada para visitar. Lleva a una arboleda y un parque infantil y un poco mas adelante encontramos la mini estación de trenes de la ciudad, pero para poder verla hay que bajar si o si. Os lo recomiendo porque la vista merece la pena. Además, lo duro es subirla y a su izquierda hay dos ascensores que os ahorraran el esfuerzo, no hay excusa.