A mi chico le encanta Asturias. Por eso no me libro de varias escapadas que él cree románticas a lo largo del año, sobre todo de invierno. afortunadamente, en este caso acertó. Me refiero a nuestra estancia en el Hotel el Quintanal. Nos trataron de maravilla desde nuestra llegada. Fue todo un detalle que nos recibieran con una bandeja de bombones en nuestra habitación. Fue lo primero que comimos.
El buffet del desayuno es completo y de la mejor calidad. Te sirven zumos de naranjas de verdad, nada de zumos de cartón, y los yogures parecen recién hechos. Nos pusieron fiambres variados, bollería de la buena, zumos, fruta, yogures... No salías con hambre. Ah... y el café estaba muy rico.
Nosotros no pasamos mucho tiempo en el hotel. Aprovechamos para visitar visitar la costa asturiana(Ribadesella, Llanes), y también fuimos a la zona de las montañas (Ruta del Cares y los preciosos Lagos de Covadonga. Este hotel rural está muy bien ubicado.
El servicio en este hotel rural es excepcional, con un desayuno buffet, como os he dicho, muy variado y una atención muy buena por parte de los trabajadores del hotel.
Hubo cosas que no me gustaron. Por ejemplo el cuarto de baño. La bañera estaba en la parte del techo más baja y no podías ponerte de pie a no ser que quisieras quedar sin cabeza. hasta mis niñas tenían que agacharse para meterse y salir de la bañera. Un desastre.
Eso nos pasó porque nos dieron una habitación del ático. Las habitaciones de la planta inferior no eran mucho mejores. Tenían madera por todas partes: suelos de madera, techos de madera, vigas de madera, camas de madera... Todo parecía hecho con la misma madera. Los que decoraron el hotel acertaron al darle un aire rural. No te podías imaginar nada más rural.
Pese a todo os lo recomiendo. Es un hotel rural tranquilo y no te sale muy caro. Está mejor para una escapada romántica que para ir con niños. Mis niñas se aburrieron una barbaridad. Ni siquiera las escapadas que hicimos por la zona las animaron.