Hace unas semanas estuve con mi chico en el Hotel Fantasyland de Canadá y fue una experiencia inolvidable. Nunca habíamos estado en un hotel con habitaciones temáticas y os aseguro que dormir en una habitación que reproduce un oasis te hace sentir como en el mismo paraíso de Adán y Eva.
Las habitaciones temáticas del Hotel Fantasyland de Canadá son distintas. Las que nos enseñaron era la del oasis, una que reproducía un bar y otra que tenía una cama en lo que era a todas luces un coche de caballos. la del oasis fue la que más nos gustó.
Era una habitación grande, con una cama muy cómoda rodeada de palmeras que mi marido decía que eran de cartón piedra. Serían de cartón, pero durísimas. Allí no rompía nada. Todo estaba pensado para familias con niños. había un montón de críos porque también tenían habitaciones temáticas para los más pequeños de la casa.
El hotel está conectado con el centro comercial West Edmonton, con el parque de atracciones Galaxyland y con un campo de minigolf. Allí no te aburres. Yo me lo pasé de cine haciendo compras para toda la familia mientras mi marido jugaba al golf. Le encanta. a mí, en cambio, el deporte de los palos me aburre. Me parece un juego de viejos ricos. El establecimiento cuenta con restaurante de servicio completo donde encuentras muchos platos de cocina internacional. No pasas hambre, cosa que yo me temía. Siempre que estamos en el extranjero temo no encontrar comida de mi gusto. Otra ventaja de este hotel tan temático es que cuenta con aparcamiento gratuito. Nos vino bien para dejar el coche que alquilamos.
Las habitaciones del Fantasyland Hotel incluyen un televisor de pantalla plana de 42 pulgadas, nevera pequeña bien surtida, cafetera y caja fuerte. Lo que no me gustó nada fue tener que pagar un extra por conectarme a Internet. En el hotel se proporciona conexión WiFi en todas las instalaciones por un suplemento considerable.
Nosotros nos quedamos a comer en el restaurante todos los días. Era lo más práctico para una escapada romántica a Canadá, un país que no conocemos mucho. El restaurante L2 Grill sirve sopas, ensaladas, carnes y mariscos en un ambiente agradable y acogedor pese a haber muchos críos entre los comensales. Son niños más tranquilos que los que encuentras en otros hoteles. En el L1 Lounge se pueden tomar bebidas, pero no os lo aconsejo porque las cobran caras.
Os recomiendo este hotel. Es un hotel distinto. Me parece perfecto tanto para unas vacaciones en familia como para una escapada romántica con tu pareja. las habitaciones son muy originales y el trato del personal amable y profesional. No tengo quejas de este hotel. Es más, me gustaría volver.