El Best Western Lorette Opera París fue restaurado hace poco más de diez años. Por eso lo elegimos para pasar unos días en París. Yo nunca me alojaría en un edificio de 1880 que no tuviera una reforma reciente. No puedo vivir sin comodidades.
Nada tiene que ver la decoración de las habitaciones con su fachada antigua. Es una decoración moderna, sencilla, acogedora. Lo ves todo tan ordenadito que casi no es un problema el tamaño de las habitaciones.
A nosotros nos dieron una habitación de tamaño medio después de cambiarnos la que nos tenían reservada porque era minúscula. Si tuviera que pasar un sólo día con mi santo allí dentro, había un divorcio fijo. Necesito espacio para ser feliz.
No nos salió muy caro este hotel. Te ahorras bastante gracias a su buena ubicación en el centro de París, a un paso de todo lo que merece la pena visitar en la capital francesa. También ahorras pasando por recepción y echando mano de todo lo gratuito que hay por allí. Mi marido se puso de bollos hasta las cejas. Aprovechando que eran gratis casi se me empacha.
Yo tuve bastante con el buffet del desayuno, amplio y variado. Estoy cogiendo la costumbre de mi suegra de ir con un tapper y pillar comida en el desayuno para todo el día.
Os recomiendo el Best Western Lorette Opera París para pasar un fin de semana romántico en la ciudad del amor. Yo estuve muy cómoda. Lo que menos me gustó fue el cuarto de baño. Tenía un lavabo de dos cacharros cerámico sobre una encimera que no valía para nada. Será muy moderno este tipo de lavabo, pero a mí no me gusta. La bañera no era grande. Menos mal que la presión del agua era buena y había una mampara.
El hotel está muy limpio. Tienen un personal muy profesional y amable. Me parecieron todos encantadores. En recepción había una chica que hablaba un español fantástico.