El espía del Rey es una novela de José Carlos Poyato que tiene como protagonista a un espía educado, ilustrado y con ideas avanzadas en el siglo XVIII que le tocó vivir. Por eso Jorge Juan, así se llama el hombre, tiene más éxito en el extranjero que en España.
A Jorge Juan le encargan espiar a los ingleses para mejorar los barcos españoles. Se trataba de mirar y contar para copiar modelitos como si copiaran modelitos de tela para señoras apasionadas por la moda.
La vida de espía es estupenda para este hombre. Por un lado va a bailes de la alta sociedad londinense y da conferencias. Por otro lado baja a los bajos fondos de los pescadores. En la novela aparecen personajes reales, un hecho histórico y personajes inventados. La documentación es bastante buena.
Lo que echas en falta es un personaje femenino real. El autor crea a Claudia Osorio, una mujer verosímil: ilustrada, ha estudiado en Francia, lee libros de ciencia. Hubo mujeres así en la época. José Carlos Poyato une a su protagonista con esta mujer exquisita con la subtrama de la muerte de su padre. En las aguas frías del Sena aparece el cadáver del padre de Claudia.
Ensenada tiene espías en toda Europa. Claudia investiga el asesinato de su padre. Es por ahí por donde se unen las dos historias.
Lamentablemente, el espía del Rey no tuvo mucho éxito para volver a conseguir una flota de arcos de guerra puntera. El Imperio Español quedó en un sueño del pasado. Hacían falta más expías o más copiones o, tal vez, menos corrupción en las altas instancias del Estado.
No os recomiendo mucho esta novela. Tiene mucho de coñazo. Al final casi no sabes si has leído un libro de Historia o una novela. Mucha literatura y poca acción. Le falta agilidad en el relato, más intriga, más emoción. Es una novela sosita.