Me encanta Benidorm para llevar a mi suegra de vacaciones. La mujer se entretiene con las animaciones del hotel y no nos da guerra. Por eso elegimos un hotel de sol y playa en esta bonita localidad mediterránea para pasar unos días en familia.
Quedé contenta. Las habitaciones eran enormes y estaba todo muy limpio. El hotel está climatizado y sus habitaciones, además de tener un baño completo y terraza exterior, disponen de todas las amenidades básicas para una agradable estancia sin que eches en falta las comodidades de tu casa. Son habitaciones dobles, pudiendo tener dos camas o cama de matrimonio y la caja fuerte es de alquiler, una desventaja para las personas que la necesitamos sí o sí. Yo la necesito para guardar el portátil y el dinero mientras duermo. Mi chico tampoco se arregla sin una caja fuerte en la habitación del hotel.
Nuestra habitación tenía cama de matrimonio. La de mi suegra tenía dos camitas grandes. Era para ella sola, pero le gusta tener una cama a mayores por si llega mi suegro. Son de esos matrimonios que no duermen juntos. Me gustaba más mi habitación porque tenía una terracita más grande y también era más grande el escritorio.
En el exterior del hotel hay zonas ajardinadas y cuenta para la temporada estival con piscina y zona de solarium. si vas cuando no es verano, pierdes el tiempo si lo que buscas es la marcha que hay en temporada alta. También hay jacuzzi y para el entretenimiento ofrece animación tanto para niños como mayores. La animación es buenísima. Mi suegra iba con una depresión que no le sacaban los psiquiatras y los animadores la dejaron nueva. En el interior se encuentra un salón social con televisión y juegos de mesa, un salón lleno de viejos. Cuando estuvimos nosotros había unos ancianos de los viajes del IMSERSO que no hacían otra cosa que no fuera jugar a las cartas.
Os recomiendo este hotel para pasar unas vacaciones en familia. Los niños se lo pasan de cine y los ancianos encuentran la animación que no tienen en sus casas. Como os decía, tanto mi suegra como mis hijas lo pasaron de cine. El hotel es un tres estrellas, pero parece de cinco. La reforma que le hicieron recientemente lo ha dejado divino.