Cuando visitamos Lekeitio este verano el día estaba gris. No era un día de playa, pero hay playas que merece la pena visitar aunque sólo sea como atracción turística y la playa de Karraspio está entre ellas.
El chico de la oficina de turismo nos aconsejó acercarnos hasta ella y, gracias a que el día estaba como estaba, pudimos aparcar el coche y es que no hay demasiado aparcamiento para las dimensiones que tiene la playa. Gran parte de la zona de aparcamiento está invadida por los chiringuitos, así que si hace sol, lo mejor es ir andando.
La Playa de Karraspio ofrece unas vistas inmejorables de la Isla de San Nicolás, un paisaje agreste y salvaje que mentalmente te traslade a lugares más exóticos. Después miras alrededor y te centras enseguida pues se trata de una playa casi urbana con todos los servicios necesarios para pasar un cómodo día en la playa.
Tiene baños públicos, chiringuitos para comer o tomarte una copa y kiosko. Además, cuenta con socorristas y es ideal para iniciarse en el surf o paddle surf de manera segura, pues la isla de San Nicolás la protege de las corrientes del mar abierto.
Su arena es muy finita, dorada, muy en la línea de las playas del norte. También es una playa que se veía limpia, algo que se agradece.