Martín Berasategui: un restaurante de lujo en Lasarte

Acerca de:Restaurante Martín Berasategui [Lasarte]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Ir a comer al Martín Berasategui de Lasarte es un lujo más por lo que pagas que por lo que comes. Mi marido fue echando dinero en la hucha de los caprichos para ir a cenar conmigo. Yo no quería ir porque eso de comer con raciones tipo tapa de bar de barrio no va conmigo. Estos restaurantes de cocinero elitistas me parecen una estafa.

Lo que más me gustó fue el servicio. Son atentos, discretos y no te agobian. Tal vez me vieron ganas de no querer explicaciones. Esto lo valoro mucho. No me gusta que me den explicaciones que no pido sobre platos y vinos.

El restaurante está en una casa de pueblo vasca en medio del pueblo de Lasarte. Me llamó la atención. Una no espera que un restaurante en plena aldea sea tan famoso. Casi habría que pagarles a los clientes por ir en coche hasta allí. Va gente de toda España y también del extranjero.

Nosotros pedimos el Gran Menú Degustación que es como un batiburrillo de propuestas del chef. Es lo mejor que puedes pedir para saborear lo mejor de este restaurante Tres estrellas Michelin. Son catorce platos que se quedan en catorce tapas muy bien presentadas y con unos olores que les ponen en la cocina echándoles sabe Dios qué. Se trata de cocina creativa. Cocina para saborear, no para alimentarte. No me imagino comiendo tapitas bien colocaditas todos los días.

No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Martín Berasategui. Lo que sí os recomiendo es ir invitados. Es un restaurante muy caro. Cuando fuimos nosotros había una familia que estaba celebrando el cumpleaños del abuelo, un señor de 90 años que se ponía de vino hasta las cejas.

Lo mejor del restaurante son sus vistas. Desde las ventanas del comedor ves un paisaje rural de postal de Navidad invernal. El restaurante está en una zona muy tranquila. Te olvidas del mundanal ruido mientras comes. Vuelves a la realidad cuando te pasan una factura de más de seiscientos euros por cabeza. Mucho dinero para lo que comimos. Yo comí una ensalada que sabía a ensalada, pero tenía unos ingredientes que no reconocías como ingredientes de ensalada. Después de la ensalada me animé con la "Tortilla galo celta de jamón y trufa" que es sublime, pasé al marisco (increíble la ostra cocina al estilo de la casa, su preparación y presentación), unas verduras, algo que parecía carne, un pescado que me recordó la merluza y extraordinarios postres.

¿Y la bebida? Decidimos beber un Cava, Juve Camps Gran Reserva, que maridaba perfectamente con este tipo de menú de múltiples platos en pocas cantidades.
Fecha:09:54:42 25/12/17
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes