Me encanta Albufeira, pese a tener cada verano más turistas. Es uno de los mayores centros turísticos del Algarve. Esta bonita ciudad portuguesa está rodeada por las playas de Balaia, Olhos de Agua y Oura. Es el sitio ideal para pasar unas vacaciones de sol y playa en Portugal en plan bien.
Lo malo es que el turismo de Albufeira es tan masivo que consigue que esta pequeña ciudad que fue un pueblo de pescadores, que todavía recuerda mi suegra con añoranza del pasado, se está convirtiendo en un pasto de turistas que compran baratijas en las tiendas tipo bazar chino que se multiplican por sus calles como setas en el bosque otoñal. Por eso siempre vamos en otoño o en invierno, cuando no hay tantos turistas. El clima es bastante bueno para pasear por los alrededores. A mí me gusta ir a la playa aunque no pueda ponerme en bikini. Para pasear también está perfecta una playa.
A mi marido le gusta mucho el centro histórico, que sólo tiene unas cuantas calles, muy pintorescas todas ellas. Tiene una plaza central donde se han acumulado muchos restaurantes y tiendas, además de alguna discoteca que da dolor de cabeza con sus neones desde el primer piso de alguno de sus edificios, y una calle comercial que concluye en una pequeña cueva que da acceso a la playa de la ciudad, una playa que no debes perderte. Lo malo de esta playa urbana es que casi siempre está saturada de bañistas, pero es muy agradable.
Os recomiendo visitar Albufeira. Lo que es la zona urbana no debe tener más de 40.000 habitantes. En verano la población se multiplica por miles. Se llena hasta los topes de ingleses que buscan el turismo de borrachera. No os quiero ni contar como se ponen hasta los topes las cervecerías y locales de topes a todas horas del día. Vas por la mañana y ya te encuentras a ingleses ociosos poniéndose hasta las cejas de alcohol.