Mis hijas no querían marchar del Disney's Hotel Santa Fe porque allí, según ellas, vivían los personajes de Disney's. No les faltaba razón: en este hotel puedes conocer a tus héroes sin salir del complejo hotelero. Andan por allí como si tuvieran en aquellas paredes su residencia. Es un hotel muy Disney.
También es un hotel algo cutre. No tiene nada que ver con el lujo de un hotel de cuatro estrellas en España que esté bien. Entre una decoración que tiene un colorido infantil te meten unas camas peores que las de Ikea. Mi chico decía que eran de pensión barata. Los suelos eran para no mirarlos. Aquella moqueta necesitaba un cambio. Parecía que había sobrevivido al paso de toda la población estadounidense por aquellas habitaciones.
En la nuestra nos sentimos como en una guardería. Mi chico no podía conciliar el sueño entre unas paredes amarillas. Yo me contentaba con las ventajas del hotel: mis hijas contentas con los personajes de cuento que circulaban por allí, la wi fi gratis y el parking gratis.
Pero el alma me caía a los pies cuando entraba en un cuarto de baño cutre a más no poder. Media pared de azulejos amarillos, toques azules, un espejo de cuarto de baño años setenta en España y unos sanitarios que parecían haber sido sacados de una escombrera.
No entendía como mis hijas se querían quedar a vivir en semejante hotel. Ventajas, sí tenía, claro. Al wi fi gratuito y al parking que no te cobraban había que añadir su ubicación. Te queda a 20 minutos a pie de los parques Disney a 18 minutos a pie de la estación de tren RER de Marne-la-Vallée Chessy. Justo por eso os lo recomiendo. Y también por su precio. Es de los más baratos de la zona.
Nosotros pedimos el hervidor eléctrico para preparar café y mis tilas. Tuvimos suerte porque era el último que tenían disponible. Salir a tomar café por la zona es un poquito caro. Encima te cobran el desayuno. Hay que pagar un suplemento por un desayuno que ni fuimos a ver. Nos arreglamos como pudimos. Yo estaba en plan ahorro.