Estambul: la ciudad de la Mezquita Azul
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Cleo5
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Acerca de:Estambul [Turquía]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Si vas a Estambul buscando tranquilidad, pierdes el tiempo. Estambul es vida, Estambul es caos, Estambul es turismo, Estambul es una ciudad que te acaba atrapando con su magia.
Yo no puedo ir a Estambul sin entrar en el Bazar de las Especias. Me gusta como huele a especias, me encantan sus tiendas coloridas. Pruebo los sabrosos productos, los frutos secos, compro higos, me tomó un café y no me puedo resistir a los pasteles turcos: son tan ricos o más que los marroquíes. El Bazar de las Especias está siempre a tope de gente, sobre todo de turistas europeos y americanos.
Suelo pasarme también por el Palacio de Topkapi, la residencia de los sultanes otomanos. Es una residencia llena de lujos como corresponde a tal alto cargo. La Mezquita Azul tiene la misma belleza armoniosa. Siempre me parece más bonita por fuera que por dentro.
Con mi chico fui al Hipódromo donde está el Obelisco de Teodosio, un obelisco de la época bizantina. Es el monumento más antiguo de Estambul. Sólo por eso merece una visita. Lo mismo puedo decir de la Cisterna de Justiniano, un monumento con 336 columnas distribuidas en 12 filas casi simétricas. Conté las filas. Contar las columnas era mucho trabajo para mí.
¿Y cómo no ir al Gran Bazar? No deberían dejarte salir de Estambul si no has estado en el Gran Bazar. Es un bazar caótico, con sus cuatro mil tiendas cubiertas. Mi chico y yo casi nos perdimos la última vez que estuvimos en Estambul. menos mal que nos indicaron la salida. Yo no tenía prisa, pero mi amorcito, estaba ansioso por ir al Museo Arqueológico, donde pudimos ver piezas arqueológicas de todas las épocas.
Después de tanta visita, nos vino de cine un café. En el Café de Pierre Lotti saboreamos un café con las mejores vistas de la ciudad al atardecer. Salimos más enamorados de lo que estábamos. Todavía tuve fuerzas para acercarme a la Plaza de Taksim. Quería continuar mis compras en sus comercios. Mi chico se volvió al hotel. Fue una pena porque me quedé con ganas de tomar algo en los pubs y bares que hay en esta plaza, a tope de turistas.
Nosotros nos desplazamos en tranvía. Funciona con unas fichas de plástico que compramos en las estaciones. También las vendían en kioskos próximos. Mi próximo proyecto turístico por la zona será un viaje en crucero por el estrecho del Bósforo para ver las dos orillas de la ciudad. Estoy pensando en llevar a mis hijas.
Yo no puedo ir a Estambul sin entrar en el Bazar de las Especias. Me gusta como huele a especias, me encantan sus tiendas coloridas. Pruebo los sabrosos productos, los frutos secos, compro higos, me tomó un café y no me puedo resistir a los pasteles turcos: son tan ricos o más que los marroquíes. El Bazar de las Especias está siempre a tope de gente, sobre todo de turistas europeos y americanos.
Suelo pasarme también por el Palacio de Topkapi, la residencia de los sultanes otomanos. Es una residencia llena de lujos como corresponde a tal alto cargo. La Mezquita Azul tiene la misma belleza armoniosa. Siempre me parece más bonita por fuera que por dentro.
Con mi chico fui al Hipódromo donde está el Obelisco de Teodosio, un obelisco de la época bizantina. Es el monumento más antiguo de Estambul. Sólo por eso merece una visita. Lo mismo puedo decir de la Cisterna de Justiniano, un monumento con 336 columnas distribuidas en 12 filas casi simétricas. Conté las filas. Contar las columnas era mucho trabajo para mí.
¿Y cómo no ir al Gran Bazar? No deberían dejarte salir de Estambul si no has estado en el Gran Bazar. Es un bazar caótico, con sus cuatro mil tiendas cubiertas. Mi chico y yo casi nos perdimos la última vez que estuvimos en Estambul. menos mal que nos indicaron la salida. Yo no tenía prisa, pero mi amorcito, estaba ansioso por ir al Museo Arqueológico, donde pudimos ver piezas arqueológicas de todas las épocas.
Después de tanta visita, nos vino de cine un café. En el Café de Pierre Lotti saboreamos un café con las mejores vistas de la ciudad al atardecer. Salimos más enamorados de lo que estábamos. Todavía tuve fuerzas para acercarme a la Plaza de Taksim. Quería continuar mis compras en sus comercios. Mi chico se volvió al hotel. Fue una pena porque me quedé con ganas de tomar algo en los pubs y bares que hay en esta plaza, a tope de turistas.
Nosotros nos desplazamos en tranvía. Funciona con unas fichas de plástico que compramos en las estaciones. También las vendían en kioskos próximos. Mi próximo proyecto turístico por la zona será un viaje en crucero por el estrecho del Bósforo para ver las dos orillas de la ciudad. Estoy pensando en llevar a mis hijas.
Fecha:10:40:55 22/01/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:ciudades, Estambul, Turquía, poblaciones, capitales
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