Mi madre siempre le echa a las orejas de Carnaval anís del mono. No mucho. Sólo un chorrito para darle un toque dulce. Entre el limón y el anís que echa en la masa de este dulce del Carnaval se ahorra el azúcar. Por eso me gustan tanto las orejas que prepara mi madre.
El Anís Dulce Del Mono es el anís de toda la vida. Yo me acuerdo de verlo en la casa de mis abuelos. Mi abuela decía que era una bebida de mujeres. Supongo que lo diría porque es dulce. Yo noto que también les gusta a los hombres. Si no lo beben más, es porque ha quedado como una bebida de viejos.
La botella también es la de siempre. Una botella de cristal grueso y transparente. Deja ver el anís color agua. Nada más abrirla ya notas su olorcillo. Olor a anís, dice mi madre.
La desventaja que destacaría, además de que emborracha, es su precio. La han ido subiendo y su precio está en 7,49 euros. Me parece mucho pagar por el anís de toda la vida. Yo compré el anís de otra marca para hacer los dulces del Carnaval en mi casa. Mi madre me dijo que traerá ella una botella de Anís Dulce Del Mono. Casi le da un ataque el otro día cuando no vio una botella con la etiqueta del mono. tiene razón. El sabor es distinto. Hice el otro día unas rosquillas en casa con el anís barato y el resultado no fue el mismo. Mi chico decía que las rosquillas tenían un sabor raro. Está acostumbrado a las que preparo todos los años con Anís Dulce Del Mono.
Os lo recomiendo. Lo venden en botellas de 70 cl. te viene saliendo el litro a 7,49 euros. No lo regalan. Ni siquiera te lo ponen de oferta. Olvídate de encontrarlo en ofertas de tres por dos o de descuento en la segunda unidad que compras.