Mi hermana y yo nos alojamos en el Hilton Edinburgh Carlton porque tiene una buena ubicación. El Castillo de Edimburgo te queda a unos diez minutos de caminata. También está bien comunicado por transporte público. Me parece un hotel perfecto para turistas.
Nos dieron una habitación grande. Había dos camas de matrimonio puede decirse porque la cama auxiliar que se quedó mi hermana era casi tan grande como la cama principal que usé yo. Para mí fue la mejor cama porque era la que pagaba. La habitación era de las más grandes del hotel. No puedo decir lo mismo del cuarto de baño. Sólo lo podía usar una persona. Hay cuartos de baños en algunos hoteles que pueden usar dos personas. Mientras una se ducha otra puede usar la pileta, por ejemplo. Pero en aquel minúsculo cuarto de baño de sanitarios nuevos y reducido espacio era imposible cepillarse los dientes mientras mi hermana se duchaba en aquella bañera demasiado estrecha para mí.
Menos mal que la habitación nos contentó a las dos. Teníamos un televisor de plasma de 42 pulgadas. No eché en falta el televisor de mi casa. La conexión wi fi funcionaba bien. Mi hermana se quejaba de la estrechez del escritorio. Tenía razón: aquello era más una tabla que una mesa.
La habitación estaba muy limpia. Hasta veías los cortinones impolutos. Falta nos hicieron las cortinas porque era una habitación muy luminosa. De noche tenías que tener las ventanas bien tapadas para poder dormir.
El desayuno era muy inglés, fabuloso. No salías con hambre del buffet. El bacon estaba delicioso. Siempre que estoy en Reino Unido tengo la impresión que el bacon que tienen en los buffets de desayuno de los hoteles es mejor que el bacon que venden en los supermercados de nuestra España.
Os recomiendo este hotel. El Hilton Edinburgh Carlton tiene habitaciones familiares y también habitaciones para no fumadores. La conexión wi fi es gratuita, tanto en las habitaciones como en las estancias comunes. Es un hotel, pues, que está muy bien. Merece todas sus cuatro estrellas.