Uzbekistán: un país de la ruta de la Seda

Acerca de:Uzbekistán
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Uzbekistán te hace recordar la ruta de la Seda con ciudades como Khiva, una ciudad museo al aire libre que no te deja indiferente. Mi chico no quería marchar. Hacía fotos y más fotos. Yo lo dejé fotografiando los exteriores mientras visitaba sola el centro Itchan-Kalá, su famoso minarete inacabado de halta-Minor. Khiva parece una ciudad de cuento oriental. Era lo que decían las niñas cuando les enseñamos las fotos de nuestro viaje a Uzbekistán. No llevamos a las niñas porque tanto yo como su padre pensamos que este tipo de viajes no son para críos.

Yo volvería sin pensarlo dos veces. Pero pasarán varios años antes de que mis pies vuelvan a pisar los oasis verdes de Bukhara y sus campos de algodón. No es un viaje que te salga barato. Los precios se disparan si quieres buenos hoteles y viajar con cierta seguridad. En los oasis también hay jardines y parques. Los jardines los tienen muy cuidados.

Uzbekistán es un país muy religioso. Hay centenares de mezquitas. También hay muchos canales de agua. El agua la tienen muy organizada, sobre todo en la zona de los campos. Se ve que es un bien que respetan mucho por la política que tienen de riegos y esas cosas.

En Samarkanda compramos cerámicas. Es la ciudad cuyas cerámicas recuerdan aquellas otras del esplendor del imperio Timúrida. Es una ciudad que huele a especias y a flores igual que el resto del país.

Os recomiendo visitar Uzbekistán, un país líder en la producción de oro y segundo en la exportación de algodón. En mi vida había visto tanto algodón plantado. También me llamó la atención la cantidad de desierto que hay en este país asiático. El ochenta por ciento de su superficie es desierto. Me refiero a la planicie de Kyzylkum. Impresiona por sus dimensiones descomunales. Por eso, como os decía, cuidan tanto el consumo de agua.
Fecha:08:32:32 14/02/18
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Categorías:Viajes