Cuando estuve en Lisboa uno de los lugares que visité fue el Castillo de San Jorge, un sitio que merece la pena visitar tanto por el lugar en sí como por las vistas que se tienen de Lisboa desde el mismo.
SITUACIÓN Y ACCESO:
Para acceder al castillo de San Jorge, que se encuentra en el barrio de Alfama, en una de las colinas que forman Lisboa, cogeremos el tranvía nº 12 desde la plaza Figueira, o también el tranvía 28.
Estos tranvías nos dejan en un mirador, que si no recuerdo mal creo que era el Mirador de Gracia, pero no estoy segura, y desde allí accederemos andando a unos 50 metros.
UN POCO DE HISTORIA:
Este castillo fue construido en el siglo V por los visigodos. En el siglo IX fue agrandado por los árabes.
A partir del siglo XIII se convirtió en Palacio Real.
Después, con la marcha de la residencia real y el terremoto de 1755, sufrió una importante degradación.
En 1910 fue declarado Monumento Nacional, y posteriormente se restauró, siendo hoy en día uno de los monumentos más importantes de Lisboa.
EL CASTILLO DE SAN JORGE:
Para entrar al castillo, un poco antes de acceder a él, se encuentra la taquilla, compraremos la entrada, y un poco más arriba entraremos al Castillo, por cierto, que para entrar, nos leen el código de barras de la entrada en un lector, vamos, todo muy informatizado.
Empezamos el recorrido por la parte baja del castillo, hay algunas partes en ruinas,
el empedrado es bastante incómodo para andar, así que recomiendo llevar un calzado cómodo para andar por aquí.
Desde esta zona las vistas hacia Lisboa son espectaculares, y se pueden ver perfectamente la plaza Rossio y la plaza del Comercio. En esta zona hay varios cañones, que están muy bien conservados.
Podemos seguir nuestro paseo por casi todo el castillo, y podemos subir incluso a las torres más altas, que por cierto tienen unas escaleras bastante empinadas.
Además de las torres, también podemos ver el foso del castillo.
En muchas zonas del castillo hay numerosos árboles.
El castillo es grande y el recorrido que haremos es bastante amplio.
Tengo que decir que en cuanto al estado de conservación en el que se encuentra, está muy bien conservado.
Volviendo hacia la entrada, veremos que hay un bar con terraza, que viene muy bien para reponer fuerzas.
Al lado del bar hay un museo. El museo es pequeño pero es precioso, es gratuito. En la entrada hay un gran lienzo con un dibujo del castillo dominando todo Lisboa.
En el mismo podemos ver los objetos arqueológicos encontrados en esta zona, así había distintas piezas de cerámica, azulejos, etc. La colección tiene objetos que van desde el siglo VII a.C. hasta el siglo XVIII, destacando los del período islámico (siglos XI-XII).
PRECIOS Y HORARIOS:
De noviembre a febrero: 9:00 - 18:00
De marzo a octubre: 9:00 - 21:00
Entrada general: 8,50 €
Estudiantes <25 años, mayores de 65 años y minusválidos: 5 €
Menores de 10 años: entrada gratuita
Familias (dos adultos y dos menores de 18 años): 20 €
MI EXPERIENCIA:
Debo decir que este lugar me gustó muchísimo.
Es un lugar que ha sido parte de la historia de Lisboa, y además es un sitio muy bonito para ver. Tiene unas vistas maravillosas de la ciudad.
El museo con objetos arqueológicos que hay en él es de lo más interesante, a mí en particular me encantan este tipo de museos.
El castillo está en muy buen estado de conservación, y está todo muy limpio y muy bien cuidado.
Eso sí, como os he dicho antes aconsejo visitar este lugar con calzado cómodo, ya que es grande y el suelo está empedrado.
Una vez hayamos visitado el Castillo, podemos dar un paseo por sus alrededores, callejeando por las estrechas calles del barrio de Alfama, donde hay preciosas tiendas de artesanos, además de las típicas tiendas de souvenirs.
Resumiendo, una visita de lo más aconsejable.