Elegimos el Hotel Alfonso porque queda a unos 500 metros de la Pilarica y a eso íbamos: a la fiesta del Pilar en Zaragoza. Yo quería un hotel que fuera cómodo y que nos quedara lo más cerca posible del grueso de las fiestas para no tener que recurrir a ningún tipo de transporte.
El Hotel Alfonso es un hotel estupendo. No echas de menos tu casa. Nos dieron una habitación muy grande, con una cama de matrimonio inmensa, una cama auxiliar, un sofá cama muy chachi. Teníamos un buen televisor de plasma, conexión wi fi gratis, un mini bar bien surtido, caja de seguridad. Los suelos de la habitación eran de tarima de madera bien colocada y bien limpia. mejor aún que la habitación era el cuarto de baño. Había una bañera estupenda, la presión del agua de la ducha era ideal, la pileta moderna, toallas limpias y suficientes, todo lo que necesitabas para asearte, un buen secador de pelo,... Yo quedé encantada con este hotel.
No fui al solárium, pero sí pude disfrutar con mis hijas y mi chico la piscina exterior. Es de temporada. Menos mal que seguía haciendo buen tiempo. No debes perderte la última planta. Hay una terraza desde donde las vistas son espectaculares.
Os recomiendo este hotel. Es de los mejores de Zaragoza. Yo volvería a alojarme allí sin pensarlo dos veces. El personal es amable y muy profesional; lo tienen todo muy limpio.
Os recomiendo también elegir habitación. Las hay mejores y las hay peores sin que sean malas. Por ejemplo, la que cogieron mis cuñados tenía moqueta en el suelo. Eso a mí no me gusta. Yo tuve la suerte de tener libre una habitación con tarima de madera.
De lo que sólo puedo decir maravillas es del desayuno. Era un buffet muy completo. Tenían hasta yogures para las niñas. Mis hijas necesitan tomarse sus yogures por la mañana porque sino para ellas el desayuno no es desayuno. Son así de raritas.