Mi madre es clienta de Arte 23, un taller de restauración de muebles con artes antiguas que está en Armea, en Coirós, una localidad de la provincia de la Coruña. En este taller hay un italiano muy majo que restaura muebles viejos a precios arreglados. Te los deja muy chulos.
Mi madre llevó una mesa vieja y unas sillas que mi chico quería que tirara a restaurar. Le aplicaron unos colores siguiendo técnicas medievales y se las dejaron que parecen de un palacio. Los colores son naturales sin química. Yo temía la restauración de estos muebles porque mi madre tuvo malas experiencias en el pasado en otros talleres. Recuerdo un armario que le pintaron con una pintura que casi nos pone enfermos a todos. Mi padre tuvo que ir al médico. Por eso crucé los dedos cuando me dijo que había llevado la mesa y las sillas que tenía en el trastero a Arte 23.
No fue el caso anterior. Los de Arte 23 son unos expertos en restauración adecuada para personas que no aguantamos las pinturas tóxicas. Mi madre les llevó hace unos días una silla antigua para que la arreglaran también con productos antiguos. Los de Arte 23 respetan la edad del mueble en su aspecto exterior. Por eso os recomiendo este taller.
Los precios de Arte 23 no son nada elevados. A mi madre le decían que les pagará lo que quisiera. Mi madre, que es de precios fijos, les dijo que tenían que fijarle el precio. En esta España nuestra no se lleva el regateo. Parece que el italiano de Arte 23 estuvo en Egipto y viene acostumbrado al regateo de los árabes. Decía que la horquilla de precios era amplia, el dinero no era problema y esas chorradas. Mejor precios fijos. Los clientes no tenemos la cabeza para ir fijando nosotros los precios. Tanto mi madre como servidora queremos los precios fijos e iguales para todos los clientes.