Ni poesía ni prosa ni no sé qué demonios es 190 espejos de Francisco Javier Irazoki. Un libro que parece un resumen ñoño de tuits. A mí tanta reflexión triste me puso melancólica. No me va leer libros que meten pena.
Por eso no os lo recomiendo. Las 190 historias que recoge son 190 historias tristes. Cada cual peor. No te extraña viniendo de la pluma de Francisco Javier Irazoki, un escritor incalificable. Muchos lo consideran un poeta, pero es un poeta tan surrealista que estira los versos hasta convertirlos en párrafos que tampoco son párrafos al uso. Surrealista es su escritura y surrealista es su vida. En el año 1993 se fue para parís y allí sigue. Eso sí, sus libros los promociona en España. Es aquí donde están sus clientes.
En este libro escribe sus pensamientos en 190 espejos, como él llama a estos poemas que no son poemas sino reflexiones a medio camino del párrafo. No queda ahí la innovación. Si te fijas, notas que no hay adjetivos ni comas. A Francisco Javier Irazoki le gusta dar la nota. hace bien: hay que diferenciarse para vender. Los libros no dejan de ser un producto más para ganarse la vida. Francisco Javier Irazoki vive de escribir y vive muy bien. Si no ganara dinero no podría estar residiendo en la ciudad del Sena. Que tomen nota los escritores principiantes.
El libro te hace reflexionar tanto que te viene la depresión en la segunda página que lees. Yo tuve que dejarlo aparcado en mi mesilla de noche varias veces. Soy depresiva y no podía más con mi pena. Era una pena doble: la mía y la que me contagiaba Francisco Javier Irazoki con sus espejos. Te aseguro que no te deja indiferente. Suele pasar con los tristes. Vas a secarles las lágrimas y acabas llorando con ellos. yo no llegué a llorar, pero casi. Es mucha la pena que recoge 190 espejos de Francisco Javier Irazoki.