Pekín: la capital de China tiene mucho que visitar

Acerca de:Pekin (Beijing) [China]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Lo que más me gustó de Pekín, la capital de China, fue el Palacio de Verano. Tiene el jardín imperial más grande del mundo. Es precioso. En mitad del jardín está el lago, un lago tan grande que parece un pequeño mar. Los mandatarios del mundo mundial siempre vivieron a lo grande, sobre todo en el pasado lejano, cuando construían palacios que quitaban el hipo.

Paseamos los 750 metros de su Gran Corredor decorado con más de 1400 pinturas, todas ellas sobre la historia de China. Me cansé de mirar pinturas. Mi marido quería dar otro paseo, pero mis pies no podían más. Tenía que sentarme.

Nuestra siguiente parada fue la famosa plaza de Tiananmen. Tiene un obelisco de 38 metros en honor a los héroes del pueblo. Seguro que las madres y padres de esos héroes hubieran querido que hubieran sido menos héroes. Un obelisco no te consuela por la muerte violenta de los tuyos.

Visitamos el mausoleo de Mao, el Palacio Imperial, la Ciudad Prohibida... En Pekín tienes que ir con calzado cómodo porque hay mucho que ver y visitar. Por ejemplo, la Gran Muralla de 9000 kilómetros, es una visita obligada. Eso sí, vete calzada para andar. Ir por la muralla con tacones es mortal para los pies. Os lo digo por experiencia. Tuve que regresar al hotel y ponerme un calzado cómodo. La visita a la muralla quedó para el día siguiente con grandes protestas por parte de mi esposo. Valió la pena esperar un día. Al día siguiente, los dos bien calzados, nos pusimos a andar por la muralla y superamos el tramo destinado a los turistas y llegamos a lo más alto. Desde allí disfrutamos de unas vistas estupendas.

Os recomiendo visitar Pekín, una ciudad muy interesante para los turistas occidentales. Pekín es un resumen de un pasado glorioso y de un futuro prometedor. Los chinos son muy trabajadores. Seguro que en el futuro conseguirán grandes logros económicos.

Nosotros terminamos nuestra visita a Pekín con un paseo por el casco antiguo de la ciudad. Sus estrechos callejones, los hutong, me dieron algo de miedo, pero, como íbamos con un guía, me sentí bastante más segura que si fuera por mi cuenta con mi marido. También fuimos al Mercado de los insectos en Pekín. No me atreví a comer ninguno. Había gente comiendo escorpiones, larvas, saltamontes...
Fecha:10:13:26 21/03/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes