Elegimos el Menoir Dorsett Madrid Leganés para alojarnos en un viaje de negocios porque es un hotel adaptado a personas con movilidad reducida. Mi marido tenía un pie con un esguince y necesitaba espacio, pocas o ninguna escalera y ascensor rápido. Mi santo es de los que se mete por las escaleras cuando considera que el ascensor va lento.
Es un ascensor un tanto raro. Tiene elementos decorativos algo chinos, según mi esposo. Había cuadros con relieves en tonos cremas que no los entendías pro mucho que los miraras. Lo mismo puedo decir de una planta rarísima que nos dejaron en nuestro cuarto. No me dijeron nada cuando llamé a recepción pidiendo que se la llevaran. No son sanas las plantas donde duermen las personas. Es lo que dice mi madre.
Las camas eran grandes y cómodas. Dormí en la cama auxiliar porque no aguantaba las quejas de mi esposo. Si le dolía el pie, yo no tenía culpa. A mí lo que me fastidiaba era tener la ducha en una cristalera bien visible desde la habitación. Realmente estaba metida en la habitación. No sé si era una moda china trasladada a Leganés, pero a mí no me gustó. Me gusta ducharme en la intimidad y que los demás se duchen también sin exponerse a mi mirada.
Os recomiendo este hotel. El Menoir Dorsett Madrid Leganés dispone de fácil acceso por la autopista A42. Puedes llegar con tu coche sin perderte, como hicimos nosoros. Aranjuez está situado a 34 kilómetros. Mi marido quería ir a un restaurante de Aranjuez, pero yo no estaba para aguantarlo tanto. No hacía más que quejarse de su esguince. Acabamos haciendo todas las comidas en el restaurante del hotel. Tampoco te queda lejos el aeropuerto. El aeropuerto más cercano es el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, situado a 26 kilómetros del Menoir Dorsett Madrid Leganés. Este hotel tiene una calefacción perfecta. No pasas nada de frío.