¡¡Hola a todos!!
Ya han pasado varios años desde la última vez que estuve en Londres cuando un compañero de trabajo y yo nos animamos a ir a visitar la ciudad de Londres, animados también porque él conocía a una amiga en Londres, que llevaba ya muchos años viviendo allí y así allí todo nos iba a resultar un poco más fácil. En esta ocasión me gustaría hablaros de la juguetería Hamleys.
Mientras ella trabajaba, nosotros nos dedicábamos a dar miles de vueltas por la ciudad buscando lo más característico de visitar. Un día, recuerdo que estábamos por la zona de Picadilly Circus, cogimos esa calle para arriba y desde la otra acera nos llamó la atención unos carteles rojos bien grandes que decían Hamleys. Nosotros al principio no sabíamos muy bien que era ese local, pero lo que sí se podía saber es que era algo más que importante porque al menos ese día la gente no dejaba de entrar y salir, así que cruzamos la acera y nos metimos para dentro.
Nada más entrar ya averiguamos de que se trataba, ¡¡es una tienda de juguetes enorme!! Si captó la atención de nosotros desde la calle imaginate los más pequeños al pasar por fuera de esta tienda, ¡si es que es imposible no entrar!
Pronto empezamos a ver juguetes de todos los tipos por todos los lados y además había hasta unas escaleras mecánicas dentro del local para acceder a otros pisos de esta enorme tienda de juguetes. Yo desde siempre no puedo evitar tocar las cosas y en esta tienda si algo puedes hacer es jugar, tienes todo a tu disposición. Nosotros empezamos a coger sombreros de Peter Pan, máscaras de gorilas y de monos, sombreros que se convertían en rana y era reversible y se convertía en una corona, vamos, la imaginación al poder en forma de juguetes.
Además pudimos comprobar también que había dentro de la tienda como secciones. Por un lado muñecas y casas de muñecas donde cabíamos mi compañero de trabajo y yo dentro, exactamente nos metimos en la casa de Cenicienta que contaba con un espejo al fondo, por otro lado teníamos la zona de Lego donde había figuras hechas a tamaño humano con piezas de lego. Entre ellas vimos la locomotora de un tren que me llegaba casi hasta los hombros y la figura de un robot que era de mi misma altura más o menos.
También recuerdo que había una zona de pelucas, de todos los colores y todas las formas. A su vez, en mitad de las escaleras mecánicas colgado del techo estaba batman volando con su capa y en la planta de más arriba había maquetas de aviones dando vueltas por los aires. Nosotros quizás estuvimos más de media hora enredando con todos los juguetes habidos y por haber y como ya digo, si a nosotros nos llamó la atención, no me quiero ni imaginar como se lo tienen que pasar los niños con tan solo entrar a esta tienda a jugar, para ellos seguro que es el paraiso, ¡el paraiso de los juguetes y la diversión!
La cosa es que no compramos nada, así que no os puedo decir si los juguetes eran caros o baratos. Supongo que como todo, dependiendo de la marca y de lo que se compren unos serán más caros que otros.
Se suele decir que todos llevamos un niño dentro, unos lo demuestran más que otros, pero en esta ocasión nosotros parecíamos unos niños jugando con todo. Os recomiendo que entréis en esta tienda, aunque solo sea a disfrutar de la sonrisa de los niños y quien sabe, seguro que la tuya también la disfrutarán los demás.
Un saludo.