No sabía que el Museo Lázaro Galdiano en Madrid tuviera unos fondos tan importantes de arte flamenco. Lo supe cuando fui a una exposición de arte flamenco que organizó este museo el pasado mes de enero. Le pregunté a uno de los guías si eran cuadros prestados y me dijo que no, que eran cuadros del propio museo.
Tanto me gustó la exposición que volví con mis niñas. Las pinturas flamencas son muy bonitas. Tienen unos dibujos preciosos y el color de las que exponían en el Museo Lázaro Galdiano estaba muy bien conservado. Tenían los tonos primitivos. Supongo que habría detrás de su buen estado un gran trabajo por parte de los restauradores del museo.
La ubicación del museo es muy buena. Está en un palacete de la calle Serrano. Vas de compras y te das un paseo por el museo. No es muy grande, pero, vale mucho la pena recorrer sus estancias. Ha sido una suerte que este museo que empezó su andadura siendo privado haya pasado a las manos del Estado. Esto garantiza una excelente conservación de sus pinturas.
El museo no sólo tiene pinturas. También tiene joyería, textiles, platería, arqueología, mobiliario, numismática y marfiles traídos de lejanos países. En cuadros destacan obras maestras de pintores tan famosos como El Bosco, El Greco, Velázquez, Goya y Federico de Madrazo, junto a notables trípticos de los mejores artistas del mundo mundial. El edificio conserva íntegra la decoración y distribución original del señor Lázaro Galdiano con los techos pintados por Eugenio Lucas Villamil, zócalos de mármol del bueno, madera o estuco y magníficos suelos de marquetería que dejaron a mis niñas enamoradas. Les encantan los suelos de madera. Yo prefiero la baldosa, sobre todo en mi casa.
Os recomiendo este museo. El Museo Lázaro Galdiano es un museo distinto porque es una colección de arte muy completa. Es como ir a ver todo lo de valor que fue acumulando a lo largo de su vida ese tío rico que todos tenemos en América. Era lo que les decía a las niñas.